Un regalo de cumpleaños

Esta sección la dedico a Malena para cumpleaños. (sabado ) Espero que seas muy feliz en este día tan especial.

Felicidades!!





Un beso,

Dalia





Alma Desnuda
fragmento

Ángela entro en su habitación, se dirigió hacia la estantería donde colocaba velas, inciensos y quemadores de aceite. Coloco cuatro quemadores con inscripciones de caligrafía china en una mesita baja orientados hacia los cuatro puntos cardinales y vertió aceite de cedro en cada uno de ellos.Según Zhang, el dueño de la tienda de todo a cien, este ritual era una tradición milenaria china que simbolizaban los cuatro elementos. Dispuestos de esta manera, el aceite quemado se elevaba atravesando los tres cielos e invocaban la protección de los ancestros y al mismo tiempo que liberaban el ambiente de toda fuerza negativa. Ángela no era practicante del esoterismo, aunque en ocasiones, según su estado de animo sentía una necesidad profunda de conectar con los misterios del universo. No se consideraba atea, ni creyente mas bien una libre pensadora con una leve inclinación hacia el Taoísmo. Tenia la convicción que el universo era gobernado por tres fuerzas; la positiva, la negativa y una tercera conciliadora. Un equilibrio dinámico basado en el Ying-Yang. Creía que el universo no se había originado por una Gran Explosión como reclamaban los científicos. En otras ocasiones pensaba que tal vez una fuerza suprema era la responsable de una creación imperfecta. No le atribuía la perfección absoluta, porque según su manera de pensar era evidente que la humanidad estaba encaminada a un caos irreversible. Deseaba un equilibrio de paz y felicidad. Sentía aversión por por las injusticias del mundo, la pobreza y el sufrimiento humano.
Mientras el incienso inundaba la habitación, ella se desvestía con una pulcritud soberana, como una mariposa en estado de metamorfosis. Coloco la ropa sobre la silla mientras que el incienso se extendía con intensidad como un fantasma errante. La bruma delicada y etérea se transformaba en nubes violáceas que anidaban en el techo, sujetas por filamentos transparentes.Los efectos de los efluvios calcinados desapercibidamente alteraban sus partes más erógenas a tal punto que su piel se erizaba como como una ráfaga de viento nocturna que sucitaba desde su monte de Venus, recorriendo su cuerpo entero y desembocaba en sus pezones erectos como dos capullos a punto de florecer.
Ángela introdujo un CD de música gregoriana en la cadena musical y se dirigió al cuarto de baño y preparo la bañera con sales y espumas exóticas de guanábana, mango y mora. Se recosto en la bañera mientras que el chorro de agua caliente se deslizaba por su entrepierna. Encendió un cigarro mientras que escuchaba los ecos llanos que se desfiguraban a través de de las paredes y resonaban como voces lujuriosas reprimidas.
Eran momentos de quietud e intimidad donde se mezclaba su esencia de mujer con las nubes de vapor produciendo una quimera en la cual se trasladaba a un mundo irreal. Cerraba los ojos para desaparecer de la realidad por unos instantes. Permaneció en la bañera como una sirena mitológica sumergida entre las capas de espuma, mientras el vapor descendía sobre su rostro como el rocío matutino.
continuara
D. Vázquez


1 comentarios:

Malena dijo...

Gracias por dejarme penetrar en tu universo, y regalarme un pedacito de él por mi cumpleaños... (es el mejor regalo que me han hecho nunca; te lo puedo asegurar)

No tengo palabras...

¡Un muak enorme y mimitos de Max!

Malena

Pd.: Estoy deseando leer más sobre Angela... (con la que creo que me unen muchas cosas)

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