Fotografía Conceptual de Misha Gordin
Misha Gordin
Quiero agradecer al autor de estos escritos por la generosidad de compartir sus escritos. Gracias...¨Bombón¨
Lo que más disfruto de Madrid es descubrir nuevos lugares. Esta ciudad es mágica, es como si por las mañanas resucitara con nuevos lugares por descubrir. Lamentablemente no dispongo de todo el tiempo que quisiera (para esto necesitaría por lo menos un par de reencarnaciones). La “Recesión Económica” no es una escusa para no salir a explorarla de arriba abajo (he optado por no mencionar esa palabrota de seis letras que empieza con ¨c¨ porque a estas alturas ya está un poco desgastada). He recopilado algunas propuestas de lugares que me han parecido interesantes sin necesidad de dejarnos la cartera.
1. En la categoría de Parques y Jardines que mejor lugar que La Quinta de los Molinos. Este parque catalogado como Bien de Interés Cultural, está ubicado en el barrio de San Blas, su extensión de 25 hectáreas incluye un gran número de arbolado, pero el protagonista del parque es el almendro que florece por el mes de febrero ofreciendo un gran espectáculo. Algo así como el valle del Jerte en pequeñito, pero con almendros.
2. En la categoría de Museos y Espectáculos, La Fundación Infante de Orleans es un museo de aviones históricos que se encuentra en el aeropuerto mas antiguo de España; Cuatro Vientos. Todos los domingos del mes (excepto enero y agosto) la fundación tiene programado un espectáculo acrobático con la mayoría de la flota en exhibición. La colección contiene ejemplares como el Policarpov I-16 Mosca, HA- 200 Saeta solo por nombrar algunos. Se puede acceder al recinto con una donación de € 6 euros destinados a la conservación de la colección. El espectáculo es sin duda emocionante de principio a fin y lo mejor de todo, se puede llevar el bocata.
3. En la categoría de Cine, los amantes del séptimo arte también se pueden ahorrar unos eurillos en la Filmoteca Española. La sala de proyecciones cine Dore, cuenta con tres salas, esta última con cine de verano en la terraza. El precio de la entrada: € 2,50. Un chollo en toda regla. Con estos precios sobra pa' unas las cañitas después de la función.
4. En la categoría de Gastronomía, ha aterrizado la primera tienda-cafetería de National Geographic en Madrid. El local está decorado con un estilo vanguardista y moderno con paisajes de todos los rincones del mundo. Para encontrarlo no es difícil, ya que se encuentra en el número 74 de la Gran Vía. En la tienda podréis encontrar el kit de viajero como postales, guías de viaje, ropa y regalos. La cafetería es un lugar calido y relajante y sirve una variedad de tes, cafés y licores de exportación con precios muy asequibles. Merece la pena el café tipo-barreño por €1,40. Los más sibaritas que no escatiman en nada y pasan de la crisis… arghh… se me ha escapado... pueden deleitarse con la tabla de quesos. ¡Toda una exquisitez!
5. No podía dejar de mencionar la categoría de Salud y Relajación. En esta sección, propongo huir de la rutina y del estrés en un relajante balneario. No está de más darnos un capricho de vez en cuando. Los precios no son de escándalo, por ejemplo el balneario MasQueAgua ofrece circuitos termales por 17 euros. Otra propuesta para los que no escatiman en lujos, por 24 euros nos podemos trasladar a un espacio mudéjar en los baños árabes de Medina Mayrit ubicados a poco metros de la plaza del Sol.
Continuara…
Para iniciar el año con buen pie, nada mejor que empezarlo con una escapada gastro-arquitectónica . Así que preparamos las maletas y nos lanzamos pa’ Bilbao. Nunca me imagine que para llegar a una de las grandes meccas de la industrialización española del siglo XX había que conducir por carreteras comarcales,cruzar valles y montañas y de pronto encontrarte con la sorpresa de tener que bajar por un puerto (véase Puerto de Orduña) Todo el descenso estuve con los nervios de punta y las uñas clavadas al asiento (incluso las de los pies). Todo esto se puede evitar pagando peajes. Pero si se es un explorador intrépido y valiente es una buena opción para disfrutar de unos magníficos paisajes.
La primera noche en Bilbao nos fuimos para el Casco Viejo. Es una zona de restaurantes y bares con mucho ambiente. Imposible que no se abra el apetito con solo ver la gran selección de tapas o pinxtos como los llaman por allí. Eran verdaderas obras de arte que hasta daba pena comérselos. Después de cenar y varias copichuelas nos encaminamos para el hotel. Hicimos la última parada técnica y nos unimos a la costumbre de por allí de beber en el calle. Un par de cervecitas más y lo último que recuerdo era a un perro intentando abrir una lata de cerveza. El pobrecillo se daría cuenta después de machacarla que la lata estaba vacía.
A la mañana siguiente, a por el Guggenheim. El museo está situado junto al río Nervión y a pocos metros del puente de la Salve. El diseño en si ya es una verdadera obra de arte. Es sorprendente como el arquitecto ha creado curvas, formas irregulares y siluetas utilizando materiales como acero, piedra y titanio.