De mi llegada a España y de lo que ahí me sucedió…



Se han cumplido 4 años desde que pise tierras españolas y deje atrás mi país de origen. El motivo por el que llegue aquí, queda en el pasado y ya no importa. Quiero vivir el presente, vivir en paz,libre y ser feliz que es lo que yo considero más importante. Hasta el día de hoy puedo decir que han sido buenos años. Los malos ya no los recuerdo. Y eso me anima. Pero a veces me invade la nostalgia y quiero salir corriendo, coger el primer avión e irme. Pero siempre he dicho que todo está perfectamente equilibrado en el tiempo y el espacio. Dejo aquí estos pensamientos de entrada.

Para los que han estado fuera en otro país, sabéis lo difícil que puede ser adaptarse a otra sociedad y a otra cultura. La integración en mi caso fue fácil, aunque en ocasiones no pillo la picardía española me hago la entendida y ya esta. Después de varias horas encajo piezas como un puzzle, lo pillo y me río.

Volviendo a mis primeras impresiones y lo que yo había traído de equipaje mental. Mis deducciones estaban muy lejos de la realidad. Para empezar, pensaba que a todo el mundo le gustaba irse de marcha los fines de semana a los tablaos flamencos. Después me entere que eso lo tenéis reservado como turismo para guiris. Dicen que la curiosidad es mujer, y como yo soy mujer y muy curiosa no desistí hasta ir a un tablao. La gran mayoría ciertamente eran extranjeros, pero yo también. Encajaba perfectamente en ese perfil. Fue una noche especial, y sobre todo porque el bailador se parecía a Adrien Brody.

Otra de mis anécdotas fue que recien llegada a España entramos a un bar llamado el Museo del Jamón. Nos aceramos a la barra, yo tan despistada como siempre pedí una cerveza y cuando mire hacia arriba, quise salir corriendo horrorizada al ver los jamones con pezuña incluida colgando del techo. Si esto no fue suficiente y para ahondar mas en mi repugnancia, después me dicen que son curados con sal. ¡En mi vida probare yo una cosa tan inmunda como esa! ¿No sabéis que eso puede producir triquinosis? Me bebí la cerveza lo más rápido que pude y salimos de aquel ¨ museo del horror¨. Pasaron unos años y un día paseando por el Escorial después de una larga caminata entramos a un bar. Pedimos una cañita y el camarero puso un aperitivo para acompañar. No preste mucha atención a lo que había puesto y como tenia hambre, me lo zampe de un bocado. Al preguntar que era aquel manjar y que ya podía ir poniendo más el camarero, descubrí el sabor inigualabel del manjar ibérico. Me tuve que tragar mis palabras de hace unos años atrás. Este año pasado para navidades me dieron un jamón en la cesta de navidad y en un par de ¨dias¨ desapareció, el hueso y lo poco que quedo se lo regale al perro para el día de Reyes.


Son muchas cosas, las que he ido aprendiendo poco a poco. Cuando entraba las primeras veces a un bar pensaba porque la gente discutía tanto, por las voces que daban pensaba que de un momento terminarían a puño limpio, pero después me advirtieron que no pasaba nada, que era normal. Los primeros meses fueron difíciles y con cosas tan simples, por ejemplo la fecha, en estados unidos siempre se escribe empezando por el mes, el día y el año. Tenia que sacar la calculadora, hacer conversiones de libras a kilos, los decimales por comas, de Fahrenheit por Celsius, dólar por el euro, etc.. Resulta que un buen día me entero que ¿ son 5 continentes? ¡Pero si han sido 7 toda la vida! Sobre todo porque Estados unidos es uno enterito. Y ahora resulta que unen el norte con el sur y que somos todos americanos. Yo siempre había entendido que la denominación para americano era solo para los que nacimos en el imperio. ¡De lo que se entera uno!



Continuara





2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola hola!! (que no olé). El museo del jamón. Alguna que otra caña me he tomado. Y en el Escorial... llevo una temporada que estoy... un día si y otro también y otro... Bueno!! Nos comemos muchos alimentos con... cosas. Muchos. Más de los que creemos. Y no nos enteramos. Solo se enteran los restaurantes. Las industrias. Los departamentos de calidad... Y como manipulan los alimentos y todo eso. Bueno, que rollo estoy soltando. No puedo entender ese sentimiento de escape de la misma forma. Tiene que ser dificil. Luego nos encontramos con otro tipo de escapismos. Más interiores.

Han pasado cuatro años... pero más vale tarde que nunca, bienvenida.

Manu Romo dijo...

Tiene que ser difícil, pero el ser humano se adapta a todo y sobre todo si es a mejor. De momento tu perro y tú, ya os habeis adaptado al gorrino ibérico, a las cañitas, al idioma y a los tablaos. En otros cuatro años seguro que acabarás gritando en los bares y adicto a los bocatas de calamares.
¡Ánimo, ya eres "ezpañó"!

Saludos.

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