Embalse de Navalcan y Rosarito

¿Casi seis meses desde la última vez que aparecí por aquí? ¡Como pasa el tiempo!

Seis meses han sido suficientes para acumular un par de gigas de fotografias de excursiones y viajes.Tantas fotos que mi ordenador tiembla cuando intento abrir una carpeta. Voy a dejar algunas por aquí, para darle algún respiro y cargarle a Blogger un par de megas.

Hace un par de semanas me enteré que a pesar del frío siberiano cientos de ornitólogos y aficionados a la observación de aves se desplazaban a diversos puntos de España para observar las miles de grullas que invernan en la peninsula. Sobre finales de febrero o principios de marzo,la grulla emprende su largo viaje de más de 3000 km a Eurasia,donde actualmente nidifica. La idea de ir en busca de esta ave zancuda despertó nuestro interes y después de consultar la página de la SEO y otras páginas de bloggeros decidimos apuntarnos. Encontramos información de un dormidero localizado en la provincia de Guadalajara, más concretamente en Puebla de Beleña. Después de preguntar por aquí y por allá finalmente llegamos al lugar indicado.Para nuestra sorpresa las lagunas estaban secas y por supuesto ni una grulla a la vista! Decepcionados y un poco frustrados,nos volvimos a casa. Al día siguiente decidimos probar suerte más al norte y nos fuimos a la laguna del Oso en Ávila. Segunda decepción, tampoco estaban. Días después me enteré que una agencia de montañismo había organizado una excursión para ver grullas al embalse de Navalcán justamente el fin de semana anterior. Todavia quedaban esperanzas de poder encontrarlas.

Así que el siguiente fin de semana, preparamos el kit senderista-dominguero y nos fuimos a Navalcán. Dicho embalse se encuentra en la provincia de Toledo,situado en un extraño triangulo de comunidades, de esos lugares que si avanzas un kilómetro estás en Extremadura, das un paso a la izquierda y estás en Castilla y León o a saber si otra vez en Castilla La-Mancha.

Según los mandamientos del viajero nunca se debe desaprovechar una ciudad o pueblo para visitar y mucho menos si tiene un castillo,así que decidimos pasar la noche en la ciudad de Oropesa.Por la mañana un poco de turisteo para ver el castillo-parador,visitar sus monumentos y lógicamente una parada técnica para recuperar fuerzas.




A eso de las 4 de la tarde nos fuimos en dirección al Embalse de Navalcán.
De camino al embalse,primer avistamiento, una garza imperial caminando por la dehesa. Cuando llegamos al embalse no había ni una grulla a la vista, pero se escuchaba su característico gru-gru-gruuu en las dehesas. Mientras tanto, para hacer tiempo fuimos a dar una vueltecita por los alrededores. Hasta donde nuestros prismáticos nos permitieron enfocar, pudimos ver ejemplares de cormorán, chorlitejo, ánade azulón, gaviota reidora y cigüeñas.


Empezaba a caer la tarde y decidimos volver para esperar pacientemente su llegada. Eran aproximadamente las 8:30 de la tarde y pensamos que no tardarían mucho en empezar a llegar. Mientras tanto las bandadas de patos y otras aves sobrevolaban nuestras cabezas buscando sus habituales refugios para pasar la noche.



Sobre las 9,los últimos rayos del atardecer se desvanecían. A las 9:30 ya estamos en oscuridad total. Avanzaba la noche y los murciélagos empezaban a revolotear por todos lados. Las 10 de la noche y seguimos en espera. De pronto se posa una garza a escasos 2 metros de nosotros con intenciones de pasar alli la noche pero cuando voy a coger la cámara logicamente sale disparada volando. Mientras esperamos,disfrutamos del sonido de la noche cuando de pronto una ave(no identificada)vuela por delante de nosotros sin hacer ningún sonido. Pensamos que por las características podría ser un búho. A eso de las 10:15, se empieza a escuchar un revuelo de gru-gru-gruu más intenso,ahora si ya vienen! Ya vienen! Al poco rato,se detiene ese frenesí y emiten un gru gru menos intenso, al poco rato,un aumento de gru gru enloquecido. Euforia total y finalmente se escuchan muy cerca de nosotros, una grulla por allí, otra grulla por allá, grullas por todos los lados, pero como estamos a oscuras no las podemos ver! De pronto los gru-gru-gruu vienen hacia nosotros más y más cerca y cuando levantamos la mirada hacia el cielo, una bandada de grullas vuela por encima de nuestras cabezas, lógicamente no les inspiraba mucha confianza esos dos bultos sospechosos que se encontraban en su dormidero. Por lo cual,para no entorpecer su hábitat y su noche de sueño decimos marcharnos. No las vimos como esperábamos, pero con el simple hecho de que volaran tan cerca de nosotros fue una experiencia inolvidable,cosa que no hubiera sido probable en plena luz del día.

Volvimos a nuestro hotel y al día siguiente muy temprano nos fuimos a explorar el Embalse de Rosarito que también se encuentra por la zona. De camino,para nuestra sorpresa las grullas ya se encontraban desayunando por las dehesas. Paramos el coche para observarlas más de cerca pero creo que son demasiado listas y ya saben que los curiosos habitualmente llevan unos prismáticos y nada mas bajarnos del coche salen huyendo.Por lo cual nos conformamos observándolas desde lejos.




Llegamos al Embalse de Rosarito y es mucho más grande y con un mayor numero de aves. Nuestro primer avistamiento una gran colonia de cormoranes, gaviotas y patos.



Con un paisaje de pelicula y el imponente pico de Almanzor como fondo,la mañana fue más que excepcional.


Para premiar nuestra espera de la noche anterior, de regreso vimos una gran bandada de grullas en formación. ¡Al fin!


Nos habían comentado de un observatorio de aves situado en el embalse, pero no lo encontramos, sin embargo por el camino vimos un mochuelo posado en un poste y una avefría poco tímida que para concluir nuestra excursión se dejó fotografiar.


Siguiente misión ornitologica: A por avutardas!

P.D. Si por alguna carretera comarcal,camino de cabras o autopista nacional ven a un hombre y a una mujer con las luces de emergencia encendidas, guiá en mano y prismáticos existen probabilidades muy altas de que seamos nosotros.